jueves, 26 de julio de 2012

Cuando Javier Bardem sale a la calle

Parece que cuando Javier Bardem sale a la calle alguien se pone a temblar. Como en el filme “No es país para viejos” (No Country for Old Men, “Sin lugar para los débiles”) de Joel y Ethan Coen (2007). Película con la cual el actor logró un Oscar por su actuación.


En dicho filme, Bardem se pone en la piel de un asesino y recorre las rutas y calles de USA sembrando miedo y muerte; y el espectador reconoce su actuación en el marco de la ficción.
Bardem es un artista de la actuación y las luces de la industria audiovisual de Norteamérica no le han hecho perder el norte de sus pensamientos. Por ello alguien se ha puesto nervioso en el Reino y no por el personaje sino por el Bardem real.

España le debe mucho a los artistas y más aún a los directores, directoras y actores y actrices del cine. La Península Ibérica se ha glorificado culturalmente con nombres como Buñuel, Saura, Almodóvar, Banderas y Bardem, sólo por citar cinco apellidos porque la lista sería muy larga y no es mi intensión atosigar al lector.

La portada del periódico La Razón de Madrid del viernes 20 de julio es un ejemplo de intencionalidad periodística con más política partidaria y clasista que información. La Razón pretende insultar, aunque suene muy exagerado, al lector. Porque el despropósito tan llamativo ni siquiera debe haberle caido bien a sus propios lectores. Como resultaba imposible ocultar las numerosas manifestaciones del jueves 19, en contra de los recortes del gobierno, por todos los rincones de España, el diario decide crear un diseño donde pueda responsabilizar de la enorme subida del riesgo país, o prima de riesgo, a los sectores de la izquierda. A las pocas horas que el diario salió a la calle la prima de riesgo trepó aún más hasta un nivel nunca visto (y mucho más a la semana del 23) y claro, ya no se le pudo echar la culpa a nadie. O sí, al propio gobierno, pero La Razón lo esconde de manera servil.

Volvemos a la calle. En la portada del diario hay un montaje de tres fotografías de las manifestaciones y en ellas se ha seleccionado a Tomás Gómez (Partido Sspcialista de Madrid), a los respresentantes sindicales Toxo y Méndez (UGT y CCOO) y a Javier Bardem y su hermano en el centro. Las imágenes están cruzadas por una gruesa línea roja ascendente con los valores de la prima de riesgo durante los días de julio. La aclaración de la inclusión de Bardem es porque su caché en las películas es de 10 millones de euros ¿Y cuál es el problema?

España debería estar orgulloso de que uno de sus ciudadanos cotice entre artistas renombrados y con esos valores; por otra parte, vive en Madrid, gastando en la ciudad el dinero que gana en el exterior. Además, ¿no puede manifestarse ni apoyar a los ciudadanos si gana mucho? Si algo hay que agradecerle a Bardem es una coherencia, la dignidad, el pensamiento puesto en los necesitados, el sentimiento hacia los que no tienen. No le han pagado por ir a la manifestación, está allí porque quiere. Lo mismo que su hermano y su madre, como ya lo hicieron en apoyo de los mineros.

No eran los únicos sectores presentes en la marcha, también se ha nutrido de otros trabajadores no sindicalizados, del movimiento 15M, de los desocupados, y varios artistas preocupados por el ataque que hace el gobierno a la cultura. Los sindicalistas estaban allí forzados porque se demoran en preparar una huelga general y la historia tiene más urgencia que especulaciones, Izquierda Unida se salva de la crítica ya que la responsabilidad de la crisis cae tanto en el PSOE como en el PP.

Para el diario La Razón, estos son los responsables a quienes hay que atacar. Y lo hace. Culpando de un desprestigio de la marca España a quienes el periódico entiende como enemigos y negando a Bardem la posibilidad de compartir el destino de la España que reclama, como alguna vez lo hizo Almodovar en el 15M. Simplemente porque tiene éxito y le pagan por ello. La acusación insólita y absurda nos revela la personalidad perversa del director de La Razón pero esa es otra historia.

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