jueves, 25 de octubre de 2012

Mujeres tejedoras, artesanas de la modernidad

No importa si ganan 100 ó 10.000 dólares, importa la dignidad violentada de tejedoras expuestas como objetos para el que compra el trabajo de la pobreza.

Todos transitamos centros comerciales y disfrutamos de su confort, de la seguridad y de la atención de amables empleados a nuestro servicio. Es la moderna forma de los negocios minoristas. Y estos centros nos entregan diseño, escaleras mecánicas, restaurantes y muchas posibilidades de entretenimiento. A veces, el paisaje es parte de la arquitectura. Es el caso de Larcomar, en el distrito de Miraflores, en Lima, Perú, en la costa del Pacífico.