La
visita a Cinecittá, en Roma, no era una visita más. Era un paseo
por los recuerdos, una entrada al paraíso donde habita la felicidad.
Cineccitá es Roma y Roma es Cinecittá, como decía el gran Federico
Fellini.
Pasar
por los mismos espacios donde se rodó “Intervista” implica
entrar en el mismo mundo que refleja la película. Y como no puede
ser de otra manera, toda la magia de Fellini entra en la piel con
cada sonido, con cada imagen, con cada utilería. La música del
filme “8 y medio” llama desde la oscuridad de una sala para
recordarme que estoy en un mundo de cine y cine.