Lo ideal sería, en el Día del Trabajador, hablar de todos los que cumplen alguna tarea que pueda identificarse como trabajo. Pero no, en España, desde hace tiempo, solo se habla de los que no trabajan. Hoy no es la excepción.
Desde que la crisis bancaria norteamericana se exportara al continente europeo, en 2008, los periodistas han comenzado a perder sus trabajos llegando a totalizar 6234 (*).
Obviamente, la mayor cantidad se ha dado durante los años 2010 y 2011, en los cuales se han contabilizado 80 empresas periodísticas cerradas.
Obviamente, la mayor cantidad se ha dado durante los años 2010 y 2011, en los cuales se han contabilizado 80 empresas periodísticas cerradas.
Como se puede observar, los informadores sin trabajo se multiplicaron durante el gobierno de Zapatero. Lo significativo es que durante los tres primeros meses de gobierno de Rajoy, que supuestamente vino a corregir los defectos del plan económico anterior, los periodistas desempleados han aumentado en la cantidad de 1309.
No se trata de que haya caído la actividad, al contrario, se ha multiplicado. El único signo que puede considerarse como una modificación es la desaparición del periodismo impreso y su paso a la versión online. Por lo demás, la actividad está viva y presente en la sociedad. Y sin embargo, menos trabajadores.
A estos números hay que sumarle aquellos jóvenes universitarios que egresan de estudios de Comunicación, unos 3000 por año, que lejos de ocupar los puestos de la nueva demanda pasan a engrosar la lista de gente sin trabajo o a reemplazar viejos trabajadores de prensa por nuevos valores con menos salario.
Los recortes a la educación han planteado un panorama desolador para los nuevos periodistas o quienes deseen inclinar su voluntad por estos estudios. Un panorama desolador para quién piensa estudiar Periodismo o alguna ciencia relacionada.
Está claro que la visión del periodista que viene de sectores de estudios es un valor crítico, un joven con voluntad de cambio y con la intención de mejorar la sociedad. Algo que parece estar muy lejos de desear por parte de las actuales autoridades, quienes buscan algo tan simple como una sociedad más desinformada y con menos espíritu crítico. Sólo así se consigue dominarla.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa, 3 de mayo, se han planificado actos bajo el lema “Sin periodistas no hay periodismo. Sin periodismo no hay democracia”. Los trabajadores de prensa buscan un sentido político a la participación como una manera de democratizar la vida, que es mucho más que un trabajo.
(*) Información de FAPE (Federación de Asociaciones de la Prensa de España)
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