La
Historia suele perseguirme. Ese 16 de diciembre de 1993 llegué de
madrugada a Santiago del Estero, Argentina, para cumplir con mi labor
de profesor en la Universidad Católica (UCSE). No parecía un día
más, el clima de reclamos de los empleados provinciales se venía
acentuando desde varios semanas antes. Esa mañana vi bastante
televisión, aunque estaba muy cerca de la Casa de Gobierno no fui
hasta allí. Recuerdo que una gran cantidad de maestras se
destacaban sobre otros empleados estatales. Los gritos siguieron
hasta que los policías decidieron desproteger la sede gubernamental
y se retiraron bajo el aplauso de los presentes.
martes, 17 de diciembre de 2013
viernes, 9 de agosto de 2013
Las víctimas de Giuseppe Tornatore


sábado, 13 de julio de 2013
Una luz de esperanza, un rayo de sol
La
visita a Cinecittá, en Roma, no era una visita más. Era un paseo
por los recuerdos, una entrada al paraíso donde habita la felicidad.
Cineccitá es Roma y Roma es Cinecittá, como decía el gran Federico
Fellini.
Pasar
por los mismos espacios donde se rodó “Intervista” implica
entrar en el mismo mundo que refleja la película. Y como no puede
ser de otra manera, toda la magia de Fellini entra en la piel con
cada sonido, con cada imagen, con cada utilería. La música del
filme “8 y medio” llama desde la oscuridad de una sala para
recordarme que estoy en un mundo de cine y cine.
martes, 30 de abril de 2013
“La caza”: sociedad, violencia y moral

Sociedad
que no vacila en juzgar, condenar y ejecutar lo que la moral manda,
no lo que la verdad señala. La soledad no es compatible con la
sociedad, tampoco la verdad, ni siquiera la amistad. Derrumbe que
llega en noviembre, se traslada a diciembre y se vuelve imposible de
superar en la navidad. No se puede mirar este dolor sin juzgar al
conjunto social, eterna condena de condenados. Y allí va es grupo
pueblerino, derrochando violencia desde el poder ¿poder? que le
otorga ser un grupo, o muchos, o mayoría.
domingo, 31 de marzo de 2013
Espera, desnuda y con tatuaje

Ella
se adelantó y llegó primera. Se desvistió, dobló cuidadosamente
las prendas y las puso en la piedra del costado. Hasta el calzado se
sacó. Miró que la piedra elegida estuviese limpia y se sentó
mirando hacia el grupo de casas y el camino.

Desde
allí miraba las casas y el camino. Esperaba. Ansiosa. Calculando a
cada instante que se había apresurado en desvestirse, que apenas se
acercara el automóvil tendría tiempo de quitarse todo. Pero ya
estaba desnuda, mejor seguir así.
Lo
que no tuvo en cuenta fue que esa tarde yo vendría por el otro
camino, el del alto. Dejé el coche estacionado en un recodo y caminé
con sigilo intentando sorprenderla. Me acerqué, casi hasta su lado,
y di un grito. Saltó asustada, perdió el equilibrio y cayó rodando
entre las piedras sin que me diera tiempo a sostenerla.
Ahora,
en la cama del hospital, los moretones negros y azules tapan el
tatuaje.
N.
de R.: Desconozco el autor de la fotografía, parece que fue
denunciada en Facebook.
jueves, 28 de febrero de 2013
“Like crazy”. Paciencia, deseo y felicidad

jueves, 31 de enero de 2013
Películas, amor y límites
A
veces el cine nos regala reflexiones, tendencias, opiniones. A veces
la ficción se acuerda de los seres de carne y hueso que van del
trabajo a la casa (hogar es algo distinto). A veces el cine nos
muestra que no es suficiente con esperar algo del amor, que la manera
de disfrutar del mismo requiere de pasar un límite, de tomar una
decisión, de perder para ganar.
Las
películas que se proponen en esta oportunidad hablan de los límites
del amor, de aquellos que no nos dejan seguir avanzando y que
requieren pasarlos, superarlos, salir a la superficie pero, sobre
todo, decidir. Siempre y cuando, para estas películas, decidir sea
en el camino de la felicidad. Aunque ella está, en los filmes, más
allá de la palabra fin del relato.
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